Laura Garcia Vitoria

Territorios del conocimiento/Territoires de la connaissance Sociedad del conocimiento/Société de la connaissance : les regards sur l'identité personnelle et professionnelle dans la société de la connaissance

12/25/2007

La creación de una red dedicada a la sociedad del conocimiento:



La larga marcha hacia una economía cognitiva
En français


La evolución de la relación entre sociedad y saber no se materializa tanto hoy en día por la aceleración de la velocidad de producción de la información, de su análisis y de su trasmisión como por, de una manera más general, la importancia creciente del conocimiento en el conjunto de nuestras actividades económicas, sociales y culturales.

Nos es necesarios pues revisitar nuestros paradigmas, seguro, pero también tener en cuenta la evolución de la casi totalidad de las categorizaciones mismas de nuestros conocimientos. Y es ahí donde hace daño

La amplitud de tal mutación cognitiva desestabiliza en efecto en primer lugar a todos los que habían hecho negocio de sus saberes: y ahora se les dice que conviene volver a ver de arriba abajo las modalidades de su adquisición y de su trasmisión…
Pero no se encuentra ahí, presentemente nuestro tema

Desestabiliza y molesta igualmente a los viejos retóricos (la vejez no es evidentemente aquí una cuestión de edad…) cuando ahora se imponen las universidades de excelencia, las actividades altamente competitivas y una sociedad destinada a estar basada esencialmente sobre las competencias.

Antes, los ignorantes que no tenían temas que tratar en las tribunas públicas, hablaban de fractura digital, hoy en día, todos ellos hablan de las fracturas cognitivas (por lo menos esas sí que existen verdaderamente). Ellos, como son la encarnación misma de la fractura cognitiva, pueden abordar bien el tema cognitivo y poder seguir así parloteando...

Pero es sobre otro punto que es preciso actualmente estar atentos: después de haber mostrado una real sorpresa ante los trabajos dedicados estos últimos años a la economía “basada en el conocimiento” – según la expresión pragmática de nuestros amigos ingleses-, he aquí que algunos ilusos se han amparado del campo de actividad a través de viejos sacos bien usados, por ejemplo la organización de una manifestación sobre el tema

Dejémosles su grotesca postura: evidentemente, en vano buscarán ustedes en sus análisis un verdadero trabajo al respecto y, por supuesto, no encontrarán tampoco ningún artículo ni escrito de importancia que hayan producido sobre el tema. Pero poco les importa, el caso es hablar y hacer acto de presencia… y luego los encontrarán, desgraciadamente, en algún consejo de sabios junto a verdaderas eminencias y presumirán de curri(di)culo.

Lo peor, es que a través de ese género de eventos ni siquiera se piensa en absoluto ser un poquito pedagogo – pues bien es verdad que una mutación de esta amplitud requiere una verdadera complejidad conceptual – ni todavía menos evitar crear graves errores en el pensamiento o la acción de algunos actores territoriales sobre todo.
Si eso es la última de sus preocupaciones, podemos fácilmente imaginar los desastres así causados en la lectura del porvenir que se les propone

Es necesario pues estar atentos para no aceptar esta clase de actitudes perfectamente irresponsables: se trata de un debate importante que debemos lanzar y contamos participar en él plenamente a través de la creación de una red de actores que se dan como objetivo el análisis riguroso de esa incipiente economía del conocimiento. ¡Bienvenidos a esta nueva aventura…!