Reflexiones por tierras hispánicas (3)
Las caricaturas pornográficas, zafias, procaces de Jesucristo y su madre, subvencionadas por la Junta de Extremadura, no han provocado un gran revuelo, pero me pregunto que le habría sucedido a este pretendido artista hacedor de tales inmundicias y a su Junta si hubieran hecho lo mismo con los símbolos sagrados de la fe musulmana.
Estas fotografías, en mi opinión, muestran el grado de cobardía del artista, pues sabe muy bien que los católicos sólo se indignaran un ratito y nunca se atrevería a hacer lo mismo si se tratara de musulmanes, filosofías o violencias de género.
En un país de mayoría católica tales bazofias son un insulto a los españoles. Las fotografías no son ni audaces ni modernas ni vanguardistas sólo son una burla, un insulto, una basura.
No deja de sorprenderme el hecho de que esos mismos españoles que protestaron contra las caricaturas de Mahoma no se indignen por lo que se refiere a las de Cristo y su madre.
Por otro lado, contrasta la campaña oscena hacia católicos y cristianos en España, un país de mayoría cristiano, con el escrupuloso respeto hacia otras religiones. ¿Es consecuencia del miedo políticamente correcto de algunos falsamente “progres”?
Y yo me pregunto ¿qué alianza de civilizaciones puede existir cuando no se respeta la suya propia?
Por ende, en una democracia se entiende que la libertad de expresión tiene unos limites marcados por el respeto a las personas, valores y principios, los mismos que han impulsado a través del Instituto de la mujer la retirada de un anuncio de Dolce y Gabbana por considerarlos sexista e incitador a la violencia contra las mujeres
Estas fotografías, en mi opinión, muestran el grado de cobardía del artista, pues sabe muy bien que los católicos sólo se indignaran un ratito y nunca se atrevería a hacer lo mismo si se tratara de musulmanes, filosofías o violencias de género.
En un país de mayoría católica tales bazofias son un insulto a los españoles. Las fotografías no son ni audaces ni modernas ni vanguardistas sólo son una burla, un insulto, una basura.
No deja de sorprenderme el hecho de que esos mismos españoles que protestaron contra las caricaturas de Mahoma no se indignen por lo que se refiere a las de Cristo y su madre.
Por otro lado, contrasta la campaña oscena hacia católicos y cristianos en España, un país de mayoría cristiano, con el escrupuloso respeto hacia otras religiones. ¿Es consecuencia del miedo políticamente correcto de algunos falsamente “progres”?
Y yo me pregunto ¿qué alianza de civilizaciones puede existir cuando no se respeta la suya propia?
Por ende, en una democracia se entiende que la libertad de expresión tiene unos limites marcados por el respeto a las personas, valores y principios, los mismos que han impulsado a través del Instituto de la mujer la retirada de un anuncio de Dolce y Gabbana por considerarlos sexista e incitador a la violencia contra las mujeres